15 de agosto de 2012

Prometheus, la virtud de los vacíos

Hacía tiempo que no veía una diversidad de opiniones tan tremenbunda respecto a una película. Parece haber cierto consenso unánime respecto a que lo nuevo de Ridley Scott no llega a superar al film con que está enlazado: 'Alien', pero teniendo en cuenta que ésta es una obra maestra del género, tampoco era algo que nadie esperase. Sin embargo, el número de decepcionados y detractores de 'Prometheus' no para de subir cada día.

Y me sorprende. Se ha llegado a calificar como lo peor de Scott (GUAU) o como un despropósito del que es totalmente responsable su guionista: Damon Lindelof. Según parece, el escritor se las ha dado de pretencioso, una vez más, y ha dejado una película inconexa y sin sentido con el único propósito de que nosotros podamos inventarnos una obra maestra dentro de una cinta que no sabe ni lo que pretende. De esto último me gustaría hablar hoy. ¿Es el mandamás de 'Perdidos' quien ha "destrozado" 'Prometheus' con esos agujeros de guion? ¿Ha jodido realmente la saga 'Alien'?

- ¡ME HAS ROBADO 6 AÑOS Y 2 HORAS DE MI VIDA,
HIJO DE PUTA!


(Cuidado con los spoilers desde aquí)
A la segunda pregunta os respondo rapidito: NO. Chicos, o la saga se la cargó Paul W.S. Anderson con esa bazofia inmunda que es 'Alien vs. Predator' o NADIE puede repercutir en la imagen que tenemos sobre ella.

Para la primera tendré que extenderme un poquito más, por lo que empezaré con mi impresión sobre 'Prometheus': BIEN. Muy bien, me gustó muchísimo. Y no me ha hecho falta teorizar en los internets al llegar a casa, ni montarme ningún tipo de rollo mental que complete la película, para haber disfrutado como un niño en la sala del cine. Porque ya está completa. No he tenido que descubrir por qué cambian los murales; ni el propósito del líquido negro; ni, obviamente, por qué los Ingenieros nos quieren joder la cabeza a los humanos. No es necesario.

Probablemente ya sepáis que habrá secuela, por las noticias más recientes o debido al cliffhanger con el que cierra el film, no lo sé. Pero lo cierto es que desde incluso antes que llegara Lindelof a retocar el libreto, ya estaba planeada la realización de una segunda parte. Es cierto que hay tramas y detalles que Scott cerrará y sobre las que dará más datos una vez llegue el momento; pero 'Prometheus' no las necesita para cumplir su cometido.

No estoy depositando todas mis confianzas en el futuro de esta nueva saga. Tampoco creo que debamos ser nosotros, los espectadores, los que debamos rellenar esos mencionados "agujeros". Lo que sí estoy haciendo es defenderlos. Dichos vacíos son lo que refuerza el tema que trata 'Prometheus'.


Los protagonistas de la película tienen unas expectativas bastante amplias respecto al planeta al que se encaminan: nada menos que descubrir el origen de la especie humana. Dos arqueólogos, Noomi Rapace y Logan Marshall-Green, pretenden confirmar así sus teorías. Sin embargo, lo que encuentran allí no para de crear nuevas incógnitas al tiempo que les da esperanzas con ciertas respuestas. Ahí empieza el conflicto: "How far would you go to get your answers?", pregunta a Marshall-Green el tremendo personaje de Michael Fassbender. Pues lejillos, esa es la respuesta; aunque hacerlo no traiga más que frustración.

Los personajes principales de 'Prometheus' quieren conocer. No se sienten conformes con su existencia sin saber quiénes son sus creadores y por qué no se hacen responsables de su creación. La contraposición es David, el androide que encarna Fassbender. Su ausencia de sentimientos lo exime de esa curiosidad: hace caso a su padre, pero no cree que éste tenga ninguna responsabilidad sobre él; de ahí que no le importe desligarse de su creador una vez llegue el momento de ser libre.

Sobre estas bases se construye la película. ¿Cómo responderá el Ingeniero ante la presentación de sus descendientes? ¿Seguirá Rapace teniendo fe una vez descubra cómo reaccionan sus creadores? ¿Encontrarán lo que han venido a buscar? Éstas son las preguntas verdaderamente importantes y en torno a ellas se construyen los misterios que encuentran esa frustración en los protagonistas.

Los vacíos de 'Prometheus' no están para provocar una intriga vacua: están porque la misión de la nave fracasó. No importa por qué el mural cambia: importa que los protagonistas no saben por qué está cambiando. ¿En qué mejoraría tu experiencia en la película que entiendas cómo funciona el líquido negro? Si estás siendo crítico y quieres encontrar una falta de coherencia tienes aquí un festín para afirmar que Lindelof no tiene ni puta idea de lo que hace, ¡puto Lindelof! Pero ese enigma es lo que acaba moviendo al personaje de  Marshall-Green y Fassbender. El guionista podría haber completado el vacío, pero eso hubiera significado dar más respuestas de las que acaban teniendo sus personajes.


Ese misterio es, además, peligroso. No solo provoca desesperación, también resulta imponentemente amenazador. Nadie obliga a Rapace a bajar una última vez para visitar al Ingeniero que queda con vida. Lo hace porque quiere respuestas, aún sabiendo lo mucho que peligra su vida. Puede ser cierto que 'Prometheus' no alcanza el nivel de tensión que provocó 'Alien' porque no es tarea fácil, pero un servidor ha flipado bastante con lo intimidante que resulta el enigmático titán de marras y se debe a una combinación de diseño de arte, dirección e incluso guion.

Damon Lindelof no ha demostrado que sepa qué hay en los vacíos de sus obras, pero no importa en absoluto. No intenta ser más de lo que es, no pretende que nosotros descifremos su película aportando cosas que ni él mismo pensó. No, simplemente desea que la incógnita de los personajes se compenetre con la nuestra. Dejemos de hablar de Jesucristo y empecemos a hablar sobre un titán gigante del que no entendemos nada, porque el verdadero propósito del guion es que nos bañemos en la ignorancia, no que le demos nuestra propia luz a un misterio que no puede ser resuelto.

1 comentario:

  1. Pedazo de reseña sobre uno de los hypes más sonados del verano. Extensa y muy bien argumentada. Me permito contrastar mi opinión con respecto a la misma con la tuya =D:

    - Es totalmente legítimo defender las carencias y los "IDK" de un guión como una característica buscada por su creador con relación a qué saben los protagonistas de la película y su idéntica relación con qué sabe el espectador que la ve. Vaya, yo estoy de acuerdo precisamente conque no siempre está tan bien que se le de al espectador todo tan masticadito. Si sabe poco, bien. Si sabe lo mismo que "el héroe" y se encuentra en la más absoluta ignorancia, aunque puede frustrar a algunos, también bien.
    Pero creo que esto es un arma de doble filo para el guionista encargado de ese libreto, sobre todo en lo relativo a la continuación del mismo y en el momento en que los misterios deban ser revelados. Y creo que ese es un fallo en que el amigo Lindelof tal vez pueda caer dos veces: está muy bien hacer preguntas, muchas preguntas a cada cual más ambiciosa, grande y adictiva, pero si no se hace de forma controlada uno corre el riesgo de, en determinado momento, no saber responderlas. Y así lo demuestran desenlaces de series como Lost, que bien podrían haber sido sueños de Antonio Resines.

    - Más allá de esto, la deficiencia de otros puntos de la película no puede excusarse con los misterios no resueltos del guión. En especial, por ejemplo, el maniqueísmo de los personajes secundarios, que no tiene nada de loable: tópicos acartonados y personalidades nada memorables que ya hemos visto en un montón de nombres del cine. Así, más allá de otros atractivos del film (como su increíble estética), Prometheus tiene ciertas insuficiencias que me parecen inexcusables para una película de su categoría o, mejor dicho, de la categoría que aspiraba alcanzar.

    PD: con dibujos como esos no pienso perderme ni una de tus entradas xDDDD Incredibles.

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